Una de las rutas más conocidas de la Marina Baixa, sino la que más, es aquella que nos lleva hasta lo más alto de una de las montañas más emblemáticas de la comarca, el Puig Campana. Con sus 1406 metros de altura, es la segunda más alta de la provincia de Alicante, solo superada por su hermana mayor la Sierra de Aitana.
Saldremos desde la Font del Molí (Finestrat) y llegaremos al mismo punto después de subir a lo más alto y rodear por completo esta montaña. En total haremos unos 15 km en algo más de 6 horas, dependiendo, como siempre, del estado de forma de cada uno y las paradas que se hagan para comer, fotografiar o descansar.
La ruta que os vamos a enseñar es la más fácil, es decir, vamos a subir por detrás, por la umbría, por la cara norte de la montaña y no por la cara sur, por la pedrera (esto lo dejamos para los locos que se atrevan). Aquí os dejo el Track GPS.
De manera que, una vez hemos dejado el coche en la fuente o más arriba (si vas un domingo estará a tope) empezaremos a caminar por la carretera hasta que lleguemos a un punto en el que una señal nos indica que debemos seguir por el campo, para llegar al refugio.
Tanto el camino por el que venimos (carretera) como este, el ligero ascenso continuo hace que vayamos un poco con la lengua fuera. Este paraje fue arrasado por el fuego hace años y es por ello que solo encontraremos pinos quemados y tirados ya casi engullidos por el matorral y los nuevos ejemplares que están creciendo.
Llegaremos a un collado en el que el paisaje cambia, ahora encontramos carrascas y el camino se hace más frondoso, pronto llegamos al Refugio de JM Vera. Es momento de reponer fuerzas con el almuerzo. Ya que queda lo más duro.
El refugio da un poco de grima la verdad… |
Una vez dejamos nuestro sello en la agenda del refugio (estamos en el 5 de Marzo) seguimos nuestro camino hasta llegar al Coll del Pouet, un cruce de caminos en el que tenemos varias opciones. Bajar a Polop por el Mas de la Monja, subir al Collado del Llamp (subida al Ponoig) o subir a la cima del Puig Campana (nuestra opción).
La pista forestal ahora gana en dureza y pronto desaparece. Tendremos que seguir las marcas que vemos en la piedras puesto que la subida comienza a hacerse dura, intransitable y poco clara. Las piedras sueltas, el alto grado de inclinación y las trepadas que hay que hacer de vez en cuando harán que vayamos con la lengua fuera si no estamos acostumbrados al ejercicio.
Los ánimos de los que bajan alivian y te van dando fuerzas. El ritmo cardíaco aumenta a la vez que tus energías disminuyen. Nunca llegas a ver la cima real, de manera que piensas que llegas pero no, siempre hay otra roca que salvar.
Por fin, llegamos a un collado en el que podemos ver la ciudad de Benidorm. A nuestra derecha, una mole en la que se encuentra el famoso tajo de Roldán, osea el famoso agujero en forma cuadrada (aunque no lo vemos ni sabemos si se puede llegar a el sin matarte). A nuestra izquierda, el camino que aún nos queda para subir a lo más alto (sí, parecía que ya, pero no).
Y llegamos. Tras 3 horas desde el inicio de la ruta, coronamos la segunda cima más alta de la provincia. Como es lógico, desde aquí podemos observar todas las formaciones montañosas de la comarca y los rascacielos de Benidorm parecen insignificantes.
Vistas desde la cima. Podemos apreciar hasta el Motngó (Dénia) |
Tras descansar y gozar de las vistas, toca bajar por el mismo camino, aunque hay gente que escoge la pedrera para bajar (más rápido pero más peligroso). Antes de llegar al Coll del Pouet, un sendero a la derecha nos indica Font de la Solsida, seguiremos por ahí para hacer rodear por completo la montaña.
Esta fuente, en la que apenas baja agua (y eso que ha llovido este invierno como nunca), se encuentra una enredadera (Hedera helix lowe) catalogada como monumental por el ayuntamiento de Finestrat, que alcanza los 15 metros de altura (parte de la planta se ha desprendido por el peso que tiene).
Seguimos nuestro camino y es momento de observar los efectos que tuvo el incendio de 2009 en este Paisaje Protegido y cómo la naturaleza va recuperándose. Hace 6 años (en 2011) estuvimos aquí por primera vez, dos años después de que el fuego arrasara la zona y el paisaje era gris, desolador, (aunque ya rebrotaban muchas especies). Sin embargo ahora, el paisaje es espectacular. Una gran masa verde de matorral cubre por completo las faldas de la montaña.
Sandra exclamó «Qué bonito, que verde está todo». Algo curioso, ya que llevábamos horas y horas paseando por todo tipo de bosques y paisajes y, hasta ahora, no se había asombrado, justamente en una zona que el fuego cubrió de negro hace 8 años. Esto nos enseña el poder que tiene nuestro bosque mediterráneo de recuperarse y la adaptación de nuestras especies vegetales a este tipo de eventos.
Cova del Cremat |
Seguimos las marcas del PR-CV 289 Circular del Puig Campana y llegamos a la Cova del Cremat, una profunda galería a la que no nos adentramos por que ya era tarde y había poca luz. Un poco más adelante, llegaremos al Refugio de piedra del Tio Frare (en realidad si sigues las marcas amarillas y blancas no lo ves). Y, tras esto, poco nos queda. Atravesar un par de megacasas en medio de la montaña y un canal de hormigón, hasta llegar a la Font del Molí.
Cómo llegar
Hay que dirigirse al pueblo de Finestrat y luego seguir las indicaciones hacia la Font del Molí. Una estrecha carretera de doble sentido nos llevará hasta la fuente donde comienza la ruta.
Os dejo el enlace a la entrada que hicimos hace ya 6 años sobre este lugar. Nos salió el día gris, las fotos son horribles, era de las primeras veces que salíamos al campo y solo nos fijábamos en la vegetación. Cómo han cambiado las cosas… a mejor no?
Buenos días,
Buscando info sobre el Puig Campana, he encontrado vuestra página. Gracias por la información, va a sernos muy útil. Feliz día
Buenos días! Muchas gracias por tu comentario! Para eso estamos!
Un saludo y feliz día!
Pingback: El kilómetro vertical del Puig Campana