• Categoría de la entrada:Rutas
  • Comentarios de la entrada:1 comentario
  • Tiempo de lectura:9 minutos de lectura
Esta semana, Más allá de la ciudad sigue de viaje, y os llevamos hasta Navarra, concretamente a la Reserva natural de la Foz de Lumbier.
A lo largo del tiempo, el río Irati, con un caudal importante debido al deshielo, ha creado una profunda garganta que deja unas paredes verticales inmensas (hasta 130 metros) donde habitan distintas rapaces, pero donde domina, una vez más, el buitre leonado.
Se trata de un paseo corto (2,6 km ida y vuelta) que discurre por una vía verde, a pie de los acantilados, por donde pasaba el antiguo tren de Irati.
El tren Irati fue el primer tren eléctrico de España, comunicó Sangüesa con Pamplona entre 1911 y 1955. En la ruta nos encontraremos dos túneles excavados en la roca, en los que aconsejamos llevar linterna porque hay uno en el que la oscuridad es absoluta.
Fue en 1987 cuando este espectacular cañón junto a otro cercano, la Foz de Arbaiun (Arbayún), y la Sierra de Leyre recibieron la denominación de Reserva natural.
 
Ruta por la Foz de Lumbier 
Se trata de una ruta sencilla, sin desnivel, que discurre por la antigua vía del tren Irati, donde atravesaremos dos túneles y al llegar al final de la foz, tenemos dos opciones. A) volver por el mismo sitio o B) seguir la ruta hasta el pueblo de Liédena y volver por encima de la ladera de la foz, que nos llevará también hasta el parking donde dejamos el coche.

Los tonos rojizos, grisáceos y blanquecinos contrastan con la vegetación de ribera que nos podemos encontrar al inicio del sendero y el enebro, la carrasca, el quejigo, el espino o el tomillo que cubren los márgenes del río.

Como he comentado antes, el principal protagonista de este lugar es el buitre leonado (Gyps fulvus), que nos acompañará durante todo el recorrido, y nos permitirá admirar su planeo sobre nuestras cabezas.
A lo largo del camino, si os fijáis bien, veréis varios grupos de buitres posados en lo más alto de la foz
Además, también vimos una pareja de milano real (Milvus milvus)
Cuando lleguéis al final de la foz, veréis un cartel en el que podréis leer: Puente del diablo (o Puente de Jesús). Si os dirigís allí, a través de una pequeña senda que se abre paso entre la vegetación, podréis observar los restos de un puente con mucha historia.
Data del siglo XVI, se construyó a 15 metros sobre el nivel del río y fue destruido por los franceses en 1812 durante la Guerra de la Independencia. Cuenta la leyenda, que su constructor tuvo que pedir ayuda al diablo para levantarlo, de ahí su nombre.
Dani y un servidor posando junto a los restos del Puente del Diablo.
Cómo llegar 
Para llegar al inicio de la ruta, solo tenéis que poner en vuestro GPS, Lumbier y antes de entrar al pueblo, veréis un indicativo de «Foz de Lumbier» a la derecha. Esa carretera os llevará al parking donde dejar el coche y comenzar la ruta.
Es curioso, pero con Google Street View puedes hacer la ruta desde tu propia casa, eso sí, no la vas a disfrutar ni mucho menos.
A continuación, como es habitual, os dejo algunas fotos más de este lugar.
Aquí podemos observar como el agua va excavando la roca
Detalle: Aún se conservan  los postes de la luz que alimentaban al tren
Una pareja de buitres leonados intentando captar los pocos rayos del sol que habían  

Más información
 
Fran Mercader Román

Esta entrada tiene un comentario

  1. ornialcaraz

    No es un lugar, es un sueño.
    Marco natural para vivir y soñar, la vida en estos parajes fortalece nuestro espíritu.

Deja una respuesta