Pegado al casco urbano de Altea, nos encontramos un espacio natural de alto nivel ecológico y singular, puesto que en Alicante quedan pocos cursos de agua con caudal permanente durante todo el año y tan bien conservado como es la desembocadura del río Algar.

      Hablamos de una zona que ha sido incluida en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana, en la que podremos conocer cuáles son las especies más representativas gracias a los carteles informativos que iremos encontrando a lo largo del camino.

Ruta

     Se trata de una ruta circular de unos 3,5 km, sin desnivel y apta para cualquier edad y público (excepto el tramo de la playa), que discurre por ambos márgenes del río y por caminos de tierra adecuados para andar y para bici.
Zona de descanso en la que podemos ver carteles informativos y bancos (y sombra, que se agradece en época estival).
Al fondo, la Sierra de Bernia.
      Como podemos ver, en los carteles, nos informan de las especies más abundantes en esta zona como puede ser la garza real, la garcilla bueyera, la garceta común, la polla de agua, el ánade común y el cormorán, respecto a las aves.
       También nos informan de algunas mariposas como la saltacercas, o la macaón y numerosos insectos polinizadores.
En esta época es común también ver numerosos ejemplares de golondrina común (Hirundo rustica)
      La ruta la podemos hacer en el sentido que queramos puesto que es circular y vamos a acabar en el mismo sitio, además como no tiene desnivel, nos costará lo mismo.
     Si seguimos los carteles y la hacemos al contrario de las agujas del reloj, en la vertiente sur, el camino discurre paralelo a la carretera con un par de miradores (en esta época es más difícil ver los animales, a no ser que pasen volando, debido a la gran cantidad de vegetación que hay).
Culebra viperina o culebra de agua (Natrix maura)
     Sin embargo, en un claro del río, justo cuando pasamos por encima de el para volver por el otro camino, podemos tener suerte y ver numerosos peces, ranas e incluso culebras de agua como la de la imagen anterior (totalmente inofensivas para nosotros, para los peces… no).
      El camino que discurre por el norte del río se ha estropeado debido a las últimas lluvias y se han formado cárcavas que dificultan el paso con la bici.
Tramo norte de la ruta
     Volveremos a pasar por debajo del puente ferroviario y justo después por la carretera para seguir nuestro camino hacia la playa. En este último tramo, el río se ensancha y forma un pequeño lago antes de terminar en el mar.
       Aquí podremos ver numerosos ánades y fochas que se acercan a los trozos de pan que les tiran turistas y vecinos.

Cormorán iniciando el vuelo. Al fondo, la Sierra de Toix, a la izquierda, y el Penyal d’Ifach, a la derecha.
Garcilla común surcando los cielos (Egretta garzetta)
   Como conclusión, decir que se trata de un espacio bastante bien cuidado, con numerosas plantaciones de chopos y plantas de ribera. Con poca agresión urbanística, puesto que se encuentra prácticamente rodeado de plantaciones de cítricos y grandes caseríos.
     Sin embargo, el caudal de agua cada año es menor, posiblemente debido a la sequía que tenemos. Del aquel que emana de las Fuentes del Algar, apenas llegan 4 gotas a la desembocadura, debido a las numerosas extracciones que se realizan, a lo largo de sus 12 km, para regadío.
      Las últimas lluvias han revitalizado este último tramo del río que presenta un aspecto espectacular comparado con el que podemos ver a lo largo del verano.

Sobrevolando la Desembocadura del Algar


Cómo llegar
      Para llegar a este espacio natural debemos dirigirnos al Palau d’Esports Villa de Altea y aparcar justo en la calle de detrás de los campos de fútbol (Calle Camí de l’Algar). Podremos iniciar la ruta en el sentido que queramos y no tiene pérdida alguna.
     Os dejo el track GPS que seguí yo.

Esta entrada tiene un comentario

Deja una respuesta