Si estás planeando tu viaje a Bali (Indonesia), una de las mejores escapadas que puedes hacer son las Islas Gili. Situadas a un par de horas en barco, tienes tres pequeñas islas, alejadas del mundanal ruido de motores, con unas playas increíbles y unos fondos espectaculares para practicar buceo o snorkel.
Al ser una isla, se encuentra totalmente rodeada por playa, eso sí, hay algunas en las que la arena duele más (y es que está rodeada de barreras de coral y el coral duele) y es totalmente blanca. En la mayoría de ellas, encontrareis chiringuitos o restaurantes que te sirven en la misma arena, tanto de día como de noche.
Muchos de ellos, por la noche retiran las hamacas y montan las mesas para que puedas cenar a escasos metros del agua, con música en directo y si tienes suerte, puedes hasta ver una puesta de huevos de tortuga en vivo (a nosotros no nos pasó de milagro, ya que la vimos al día siguiente y nos lo contaron los camareros del restaurante donde comimos).
La verdad es que nos tiramos todo el día buscándolas por la zona este (que habíamos leído que es más fácil verlas por ahí, en el estrecho entre la isla y Lombok). Y la vimos cuando el sol ya casi se había puesto, porque nos avisó otro bañista. ¡Qué suerte! Justo en la playa del Zipp Bar cuando ya se escondía el sol.
Hay mucha gente que se va sin verlas y mucha otra que tiene que pagar por hacerlo (quizás sea tu caso, así que… suerte!).
¿Dónde comer?
Bueno, en general, es una isla muy turística, así que en cualquier bar o restaurante vais a encontrar, a parte de la comida típica balinesa, pasta, carne, pescado, pizzas, etc. Nosotros comimos en Zipp Bar (recomendable por las vistas, además porque luego puedes irte a la hamaca a tomarte algo mientras tomas el sol), Clasico Italiano (situado en el interior de la isla, son italianos y las pizzas están muy buenas, aunque es de lo más caro que vais a ver) y Chill Out Bar (muy parecido al primero, con mesas en la arena por la noche y música). Y algún que otro más, que no recomendamos.