Muy cerca de las playas de Arenales del Sol (Elche) encontramos un espacio natural muy bonito, enclavado entre urbanizaciones, que reúne flora y fauna de alto valor ecológico.
Se trata de un lugar que ha sufrido bastantes agresiones a lo largo de su vida, ya que en los años 70 fue sometido a una serie de drenajes y movimientos de tierra que transformaron su fisionomía, debido a que una constructora quería desecar este humedal para hacer un lago artificial (de locos no?).
Gracias a la presión ciudadana, esto no sucedió y entonces el Ayuntamiento de Elche decidió protegerlo creando el Paraje Natural Municipal del Clot de Galvany (en 2005).
Este paraje tiene una gran extensión y podemos dividirlo en dos grandes partes o dos rutas. Nosotros vamos a hacer la más corta y la más interesante, que es la que recorre las dos charcas.
Zona recreativa o merendero
Dejaremos el coche en el parking de tierra del propio paraje. Situado junto a el, tenemos una zona recreativa con bastantes mesas de madera (algunas de ellas techadas, importante en épocas de calor), así como el Aula de Naturaleza (aunque en invierno solo abre fines de semana y festivos).
Aula de naturaleza
El camino de inicio no tiene pérdida, una ancha pista forestal por el que iremos descubriendo los distintos ecosistemas que podemos encontrar en este precioso paraje. El primero de ellos está compuesto por dunas fijas (que conectaban con las dunas del Carabassí cuando no estaba la carretera que lo parte en dos) con pinares de repoblación (pino carrasco y pino piñonero) y grandes ejemplares de eucalipto. Lugar en el que nos encontramos varios conejos y ardillas.
Grandes ejemplares de eucalipto
Más adelante, nos encontramos una zona de antiguas terrazas de cultivo donde alrededor de los algarrobos y olivos ha crecido el estrato arbustivo típico mediterráneo, como el lentisco, albardín, espino negro, palmito y especies aromáticas como el romero o el cantueso.
Alcaudón norteño (pudimos ver varios de ellos por el paraje)
Aquí, en medio del camino nos encontramos, medio oculto, uno de los dos búnkeres de la guerra civil que podemos encontrar en este espacio natural. Y un simpático lagarto ocelado custodiando su entrada.
Búnker de la Guerra Civil restaurado
Lagarto ocelado tomando el sol
Lo siguiente que veremos es una gran explanada que sirve como mirador de la charca central, la más grande de las dos que existen actualmente en el paraje. Sin embargo, desde aquí la visión no es tan buena como la que tendremos después, desde el lado opuesto.
Seguiremos el camino adelante y pasaremos entre las dos charcas para llegar hasta los observatorios. Iremos primero al de la derecha, el de la charca creada más tarde, la más pequeña. Tanto una como otra están perimetradas, algo que afea su aspecto pero que sirve para proteger a las aves que habitan en su interior.
Varios ejemplares de cerceta común (dos machos y dos hembras)
En esta charca, llamada Charca de las Anátidas, la más pequeña de las dos, podemos observar su forma cuadrada, los distintos carriles que tienen las aves para nadar, así como las islas artificiales creadas para que pueda nidificar. Sin embargo, aún se encuentra en una fase muy prematura por lo que su aspecto no es muy bonito, ya que apenas tiene vegetación y en ellas solo podremos ver especies más acostumbradas al hombre como la fochas, azulones, porrones y cercetas.
Seguiremos por el borde del paraje (se escucha la carretera a escasos metros), para llegar al segundo de los observatorios de aves, el de la Charca Central. Desde aquí tenemos una visión más global de la charca, donde podremos ver, además de las citadas anteriormente, la malvasía cabeciblanca (en peligro de extinción) o la cerceta padilla (vulnerable) si tienes suerte. Además de otras aves como el mosquitero, la lavandera blanca, chorlitejos, corremolinos, agachadizas, y un largo etcétera.
Focha común descansando sobre un tronco
El camino podemos hacerlo más largo, ya que podemos recorrer el otro camino o ruta que discurre por los saladares y lomas de esparto que cubren gran parte del territorio del paraje, donde se encuentra el otro búnker y diversos miradores.
En definitiva, se trata de un lugar que ha sufrido y sigue sufriendo la presión urbanística. Solo hay que ver lo cerca que se encuentran los chalets y bungalows de urbanizaciones como Gran Alacant que están arrasando todo el Cabo de Santa Pola, con casas que solo están a unos 3 o 4 metros del perímetro del Paraje.

Y al norte más de lo mismo. Promotoras se pegan por un cacho de tierra para edificar en Arenales del Sol. Otra de las zonas que mas expansión y crecimiento ha tenido y sigue teniendo. En pocos años conseguiremos que no quede ni un trozo virgen en toda la costa de la Comunidad Valenciana.

Si queréis tener más información sobre el Paraje podéis entrar en su web, donde podéis ver las rutas, la fauna y flora, infraestructuras, y noticias de interés.

Cómo llegar 
Hay que dirigirse hasta Arenales del Sol y la carretera que pasa hacia Gran Alacant, parte en dos el paraje, por lo que ya podréis ver a un lado la playa y al otro, nuestro destino. Muy cerca del aparcamiento de la playa del Carabasí.

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