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Las montañas alicantinas guardan secretos desde hace muchos años. Algunos de ellos han sido descifrados y otros siguen siendo un misterio.
En esta ocasión, visitamos una cueva en la que los íberos realizaban rituales sagrados aunque se desconocen cómo eran esos rituales exactamente, podría ser similar a lo que ocurre aún en algunas sociedades primitivas, donde se produce el paso de niño a hombre o ritos de iniciación.
Ruta
Para dirigirnos a la cueva, tenemos dos opciones. Una de ellas, es la que suele hacer la mayoría de gente (según he visto en otros Blogs) que es ir desde el pueblo de Aigües, concretamente desde el antiguo Preventori que visitamos hace poco y que puedes ver aquí.
Nosotros hicimos otra alternativa que parte desde la falda del Cabeçó d’or, que también visitamos hace un tiempo. Al final del post decimos cómo llegar al inicio de la ruta y podéis ver el Track GPS, como siempre.
Poste al inicio de la ruta

Partiremos desde unas casas situadas en medio de la nada, siguiendo el PR CV 226, en dirección al Collado del Polset, así que seguiremos las marcas amarillas y blancas. No tiene pérdida. 

El camino discurre en su mayor parte por debajo de líneas de alta tensión y el paisaje es el típico del clima mediterráneo con vegetación arbustiva y pino carrasco.
Vamos cogiendo altura poco a poco, aunque el desnivel de la ruta es muy bajo (166m positivos) y si miramos hacia atrás, podemos ver el pueblo de Busot abajo, así como la Serra Grossa en Alicante, el Cabo de Santa Pola, la Manga del Mar Menor, así como el Cabo de Palos en Murcia (dependerá de la visibilidad del día).
Solo hay un momento en el que nos vamos a salir de la ruta oficial, y es que en la intersección que baja al barranco, nosotros tiraremos a la derecha (marcado con una X como fuera de camino), para no tener que bajar y subir el barranco de nuevo. Esta pista forestal nos llevará hasta una antigua cantera y luego conectaremos de nuevo con la ruta marcada.
Antigua cantera
De nuevo cogeremos el camino a la izquierda, siguiendo hacia el noreste y lo siguiente que nos encontraremos será un mojón de piedras que sostiene un poste ya algo cascado en el que se indican las numerosas opciones que tenemos. Nosotros nos saldremos de la pista, a la izquierda, en dirección Barranco Salmitre.

Aquí, ya seguiremos por una senda marcada con mojones de piedras, que en un momento se convierte en una Z para poder salvar una pequeña colina. Tras llegar a lo alto de la colina, podremos observar el Cabeçó d’or enfrente de nosotros y abajo el Barranco de Salmitre.

Seguir la senda que va detrás del pino, a la izquierda

Aquí, nos fijaremos en una senda que parece que baja al barranco, que pasa por detrás de un gran pino y que nos llevará hasta la cueva. Situada a nuestra izquierda, en la pared de la colina que acabamos de subir.

El acceso al interior de ella es un poco complicado ya que la piedra es muy resbaladiza. Tiene una boca de 12 metros de ancho por 4 de alto y se ha usado como refugio durante miles de años por lo que el techo está completamente negro.

Si nos adentramos en ella, podremos apreciar distintas cavidades (si lleváis linterna mejor, aunque ya todos los móviles llevan). Estas cavidades en su mayoría son inaccesibles por su pequeño tamaño aunque hay una sala en la que te puedes poner de pie. Un lugar que según cuentan los historiadores ha sido espacio para rituales sagrados. En las salas más profundas se ha encontrado cerámica ática, común ibérica, caliciforme e ibérica pintada. Seguramente ofrendas de rituales realizados hace más de 2000 años.

Canal excavado en el interior de la cueva para dirigir el agua hacia el exterior

Además, en la entrada, llama la atención un canal excavado en el suelo, que servía para canalizar el agua que se filtraba por la roca y emanaba del interior de la cueva. El agua siempre fue muy importante en la cultura íbera y es por ello que escogieron este lugar para este tipo de rituales con un sentido purificador.

Hoy en día el agua sigue filtrándose poco a poco y podemos ver algunas pequeñas estalactitas en el techo de la cavidad.

Una vez hemos explorado la cueva y disfrutado el paisaje desde ella, el camino de vuelta lo haremos por el mismo sitio, así que no tiene pérdida.

Mantis religiosa posando en medio del camino

Esta amiguita me la encontré de vuelta. Tranquilos, tienen un aspecto amenazador pero con completamente inofensivas. Tras hacerle algunas fotos mientras me posaba de espaldas (son contorsionistas), la saqué del medio del camino para que no la pisaran.

Bibliografía 

Si queréis saber más acerca de la historia de la cueva, os dejo el enlace al artículo de Julio Asunción, donde lo explica bastante bien y del que he cogido bastante información, así como del artículo de nuestros compañeros de Rutas y Vericuetos.

Track GPS 
Aquí os dejo el track GPS para que podáis seguirlo en vuestro móvil, aunque es una ruta sencilla, puede ser que os perdáis en la última parte ya que el acceso a la cueva no está señalizado.

Cómo llegar

Podéis darle directamente en Wikiloc a cómo llegar al inicio de la ruta y se os abrirá el Google Maps, en el caso de que no utilicéis esta App. Aquí os dejo el punto donde dejé el coche. Justo al lado de la casa que hay al final de esta carretera llamada Placita del Cabeçó.

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