Un plan perfecto para visitar con toda la familia, la Cueva de las Calaveras, situada en Benidoleig, un pequeño pueblo del interior de Alicante, en la Marina Alta.
Visita
La cueva de las calaveras se divide en dos partes. La primera de ellas, la visitable, son 400 metros de cavidad en el que podemos ver numerosas estalactitas, estalagmitas y columnas. Unos techos increíblemente altos por donde se filtra el agua y crea formaciones espectaculares.

La iluminación está bastante bien conseguida (no tiene colorines como su hermana la Cueva del Canelobre en Busot). Además, si vas entre semana no suele haber mucha gente por lo que podrás disfrutarla tranquilamente.
La forma más conocida es la campana, una enorme estalactita que casi toca el suelo y de un diámetro considerable

A lo largo de la visita, dispones de atriles con libros donde tienes algo de información de la cueva. EL camino se realiza por una pasarela de madera que va conectando las distintas salas hasta llegar a la zona inundada.
Se trata de otros 500 metros de cavidad, cerrados al público, ya que se encuentran inundados de agua. Este agua, se extrae y se aprovecha para consumo humano, gracias a motores que la extraen.

Historia de la Cueva de las Calaveras
Su nombre se debe gracias a que en una expedición espeleóloga realizada en el siglo XVII se encontraron restos humanos de doce personas. Estos restos de huesos aún se conservan en las paredes de la cueva.
Se sabe que fue habitada entre el Neandertal y el Homo Sapiens gracias a los restos encontrados en su interior.
Horario

Precio

Servicios
Dispone de parking gratuito, baños, tienda de souvenirs, cafetería y restaurante, accesible para discapacitados y terraza para tomar algo.
En la página web de la Cueva de las Calaveras, tenéis más información.
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