Ubicado en la costa mediterránea de la provincia de Alicante, Altea es un pintoresco pueblo que ha capturado los corazones de quienes tienen la suerte de visitarlo. Con sus calles adoquinadas, casas blancas y vistas panorámicas al mar, Altea ofrece un encanto único que ha atraído a artistas, viajeros y amantes de la tranquilidad durante décadas. En este artículo, te llevaremos a un recorrido por los encantos de Altea y descubrirás por qué este destino es considerado uno de los tesoros más preciados de la Costa Blanca.

altea

Qué ver en Altea

1. Casco Antiguo: Un laberinto de calles empedradas

El corazón de Altea es su casco antiguo, una joya llena de calles adoquinadas y casas blancas con detalles en azul y flores en los balcones. Perderse en este laberinto de callejones estrechos es una delicia para los sentidos. Descubre la Plaza de la Iglesia, donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con su cúpula azul icónica, y disfruta de las impresionantes vistas panorámicas de la bahía y el mar desde la Plaza de la Cruz.

2. El Mirador de la Cruz: Un balcón al Mediterráneo

Para una vista panorámica inolvidable, dirígete al Mirador de la Cruz. Alcanzar este punto panorámico requiere un corto pero encantador paseo desde el casco antiguo. Una vez allí, serás recompensado con una vista espectacular de las playas de guijarros, el azul profundo del Mediterráneo y las montañas circundantes. Es el lugar ideal para disfrutar de una puesta de sol mágica y capturar fotos memorables.

mirador altea

3. Playas y Calas de Altea: descanso y relajación

Altea cuenta con hermosas playas y calas que invitan a los visitantes a relajarse y disfrutar del sol y el mar. Altea, tiene la suerte de tener las playas y calas menos masificadas de la costa alicantina. Seguramente sea porque la mayoría de ellas son de piedras, por lo que no son muy cómodas para los visitantes extranjeros, acostumbrados a las calas de arena fina. 

La Playa de la Roda y la Playa de Cap Blanch son ideales para familias, mientras que aquellos que buscan tranquilidad pueden dirigirse a las encantadoras calas de La Barra Grande, La Solsida o la playa del Mascarat. Sus aguas cristalinas y paisajes naturales te harán sentir en un paraíso secreto.

4. Arte y Cultura: Inspiración sin fin

Altea ha sido durante mucho tiempo un refugio para artistas y creadores, y su amor por el arte se refleja en cada rincón del pueblo. Encontrarás numerosas galerías de arte y talleres donde artistas locales exponen y venden sus obras. Además, el Palau de Altea ofrece una variada programación de eventos, como conciertos, exposiciones y festivales, que enriquecen aún más la vida cultural de la ciudad.

calles de altea

5. Gastronomía mediterránea: Un festín para los sentidos

La gastronomía de Altea es una delicia para los amantes de la comida mediterránea. Los restaurantes y bares del pueblo ofrecen platos tradicionales elaborados con los mejores ingredientes locales. Prueba el famoso arroz a banda, los deliciosos pescados y mariscos frescos, y no te pierdas el postre típico: la coca de almendra. Acompaña tus comidas con un vino de la región y saborea la verdadera esencia de la cocina alicantina.

Conclusión

Altea, Alicante, es un destino que enamora con su encanto bohemio, su belleza natural y su atmósfera relajada. Su casco antiguo, sus miradores panorámicos, sus playas y calas, su ambiente artístico y su deliciosa gastronomía hacen de este pueblo un lugar mágico en la Costa Blanca. Si estás buscando un destino especial para escapar del bullicio y conectar con la belleza mediterránea, Altea te espera con los brazos abiertos.

Además, si quieres disfrutar de una
bonita ruta por el río, te aconsejo que hagas la ruta por la desembocadura del río Algar, situada muy cerca del casco antiguo de Altea. 

Dónde aparcar en Altea 

Si quieres visitar el pequeño pueblo de Altea, aquí te dejo un parking que se encuentra relativamente cerca del centro y suele haber sitio. 

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