Hoy os traemos un salida un poco diferente, no es apta para gente que le da pánico las alturas o simplemente no se lleva bien con paredes verticales. Hoy toca… Vía Ferrata!!
    Nos dirigimos a la localidad de Alhama de Murcia, donde reside nuestro guía  técnico de actividades en el medio natural  en la empresa Charate y sobre todo amigo, Alex Cerón. Además, nos acompañará en esta aventura Daniel, también de Alhama.

Todo parecía ideal, un día estupendo, un poco de montaña y aventura, pero no todo era bonito… Llegamos a nuestro punto de partida situado en la zona  norte de Sierra Espuña, conocido como el Barranco del Ciervo.

     Es un barranco seco de gran belleza donde puedes encontrarte con lo que serían 4 saltos de agua, en caso de grandes lluvias, donde la vegetación de umbría se mantiene gracias a la humedad de la noche. Es un lugar muy bello que invita a imaginar agua corriendo por el cauce seco y lanzándose al vacío por su última caída de 30m.
     Pero vamos a lo importante, una vez equipados con arneses y cascos, nos dirigimos al principio y final… la ruta se podría decir que es circular, empezando a trepar una vía ferrata en construcción pero con el primer tramo acabado, luego ascender a pie a la cabecera del barranco y descender por sus saltos o paredes.
   Una vez nos explica Alex todo lo necesario sobre el material comenzamos a trepar por la vía ferrata, en una pared vertical de unos 40m de altura. Dani y yo, con los nervios a flor de piel porque no estamos acostumbrados a las alturas y menos subir una pared vertical. Pero a pesar de todo, de mis pies grandes que necesitan dos escalones para entrar (o eso creía yo), del miedo, y de la altura, fuimos capaces de acabar la primera parte.
       La segunda sería algo más sencilla, una ruta hasta la cabecera del barranco, esta vez mucho más relajados, disfrutando del lugar, hasta que llegamos al primer descenso, ya os podéis imaginar nuestras caras. Pero, una vez arriba hay que bajar.
Cauce del barranco
Yo, desde lo alto de la vía ferrata
       Alex, nos explica todo lo necesario para descolgarnos con las cuerdas, tomó todas las precauciones como buen profesional, y el primero en caer por la cuerda fue Dani, yo aproveché para tomar unas fotos para el recuerdo. Lo más duro era ponerse de espaldas a la caída y empezar, pero a pesar de todo la primera no fue dura.
Alex tomando todas las precauciones
     Continuamos con la segunda bajada, más alta y de comienzo durísimo para los que tiene vértigo (como yo), un hueco estrecho, donde no caben bien las piernas, Dani decidió comenzarlo de espaldas, en mi caso, por mi altura decidí quedarme suspendido y encararme a la pared, esta bajada ya fue más divertida, pero… quedaba la última.
Dani en la primera bajada
       Un breve paseo para llegar a nuestro reto, la caída más grande, 30 metros, aquí ya habían risas de nervios como el comienzo de la vía ferrata, pero al comenzar el descenso y tras repetir varias veces «Alex agarra bien», decidí, a pesar de mi vértigo, detenerme casi al principio del descenso.
     Quería vivir la experiencia de ver el paisaje desde otro punto de vista, de intentar superar mi miedo a las alturas, y fue algo precioso. Una vez  estabamos en de camino al coche, era momento de celebrar que a pesar de los miedos los nervios, con ganas todo se puede superar, y que mejor celebración que con unas cervezas en el bar  más cercano.
Yo descendiendo los 30m
Alex Cerón en el descenso
Alex Cerón «El técnico»

Disfrutad del entorno que os rodea y sobre todo, de las amistades.

Eutimio Martínez

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