Los aficionados al esquí tienen una nueva cita durante los próximos meses con el Pirineo catalán, un enclave perfecto para disfrutar del deporte de invierno.  Hasta allí suelen desplazarse todas las temporadas miles de practicantes procedentes de Cataluña y de distintos puntos de la geografía española, que encuentran en las estaciones de La Molina y Masella los espacios perfectos para demostrar su destreza con los esquíes.

pirineo catalán

Cuáles son los atractivos de la estación de La Molina

Esquiar en La Molina se ha convertido en toda una tradición para un buen número de aficionados a esta disciplina. Tiene el honor de ser la estación decana, poniendo en marcha en 1943 el primer remonte comercial del país. Durante este tiempo no ha perdido su esencia, siendo capaz de subirse al carro de la modernidad en un intento por ofrecer el mejor servicio posible a sus usuarios.

Aseguran que el que prueba, repite, hasta el punto de convertirse en un sitio de referencia para los amantes del esquí año tras año. Sus increíbles paisajes, la calidad de la nieve y la variedad de actividades que oferta en su entorno la convierten en una de las estaciones preferidas para los esquiadores de la zona.

Se encuentra muy próximo a Barcelona, a apenas una hora y media en coche. Eso anima a muchos vecinos de la Ciudad Condal a acercarse hasta allí, empujados también por los buenos precios. Entre las agencias especializadas en viajes de esquí encontramos a Estiber, en donde se nos facilitarán más ofertas de hotel + esquí para esta temporada

Las características de La Molina

La Molina se localiza en medio de la Cerdanya, en un entorno envidiable, perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Presenta 71 kilómetros esquiables distribuidos en 68 pistas de esquí alpino con distintos niveles de dificultad. Los que quieran iniciarse en esta disciplina cuentan con 21 pistas verdes, mientras que para ir ganando destreza disponen de otras 18 azules. Aquellos con más experiencia tienen su sitio en las 22 rojas, o en las 7 negras.

Se encuentra preparada para dar servicio incluso cuando las condiciones climatológicas no sean las mejores. El 60% de las pistas disponen del apoyo de sistemas de innivación artificial por medio de 522 cañones de producción de nieve. Para desplazarse por la estación hay disponibles 16 remontes, ocho, ocho telesillas, cuatro cintas transportadoras y tres telesquís, con capacidad para acoger a casi 30.000 personas a la hora.

La oferta de La Molina va mucho más allá de esto, como demuestra que tenga doce escuelas para el aprendizaje del esquí, un centro de deportes adaptados, seis establecimientos hosteleros y una zona infantil y parque de nieve para los niños. A ello se le unen siete parkings, una tienda para el alquiler del material, un servicio de bus interno y un centro médico.

La calidad de sus pistas le han permitido acoger competiciones de carácter internacional, como la Copa del Mundo de esquí alpino, en 2008; los Campeonatos del Mundo de Snowboard y de Esquí Alpino para discapacitados en 2011 y 2013, respectivamente.

La Molina integra junto con Masella el dominio esquiable conocido como Alp2500.

Lo que no te puedes perder en Masella

La estación de esquí de Masella se sitúa en la comarca de la Cerdanya, en la montaña de la Tosa. Cuenta con un total de 74 kilómetros esquiables repartidos en 64 pistas, que discurren sobre todo entre bosques en el entorno del Parque Natural del Cadí-Moixeró. Hay pistas para todos los niveles, entre ellas 9 verdes, 14 azules, 22 rojas y 10 negras.

Para garantizar una nieve de calidad durante el invierno cuenta con 578 cañones. Puede presumir de ser una de las estaciones de los Pirineos orientales con más desnivel, ya que la cota más elevada está situada en los 2.535 metros, en  La Tosa, mientras que la más baja es de 1.600. Aquellos que busquen una experiencia distinta tienen la posibilidad de practicar esquí nocturno de jueves a sábado en un total de 13 pistas, pudiendo disfrutar de este deporte de una manera totalmente diferente.

Pero el atractivo de Masella no se detiene ahí. Cuenta con una escuela de esquí, además de un espacio pensado para los más pequeños de la casa para que puedan aprovechar su estancia en las instalaciones, tanto en el Jardí de Neu como en la Caseta dels Nens. En cuanto a los servicios de restauración se pueden encontrar más de cinco establecimientos repartidos por la instalación.

Tiene buenas comunicaciones, con accesos cómodos y seguros. Desde los aeropuertos de Barcelona y Girona apenas se tarda un par de horas.

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